Castillo San Felipe de Barajas, una parte fundamental de Cartagena de Indias

El Castillo San Felipe de Barajas es uno de los monumentos más emblemáticos de Cartagena de Indias, Colombia. Esta impresionante fortaleza, situada en el cerro de San Lázaro, se erige como testimonio de la rica historia colonial y militar de la ciudad. A lo largo de los siglos, el castillo ha sido un símbolo de resistencia y fortaleza, defendiendo la ciudad de invasiones y ataques. Este artículo explorará la historia del Castillo San Felipe de Barajas, desde su construcción hasta su papel en la defensa de Cartagena, y su legado como patrimonio histórico y cultural.

La construcción del Castillo San Felipe de Barajas comenzó en 1536, bajo la dirección del ingeniero militar español Antonio de Arévalo. Su ubicación estratégica en el cerro de San Lázaro ofrecía una vista panorámica de la ciudad y la bahía, lo que lo convertía en un punto ideal para la defensa contra posibles invasores. La fortaleza fue diseñada para resistir ataques tanto desde el mar como desde tierra, con gruesas murallas, baluartes y baterías de cañones.

El castillo original era relativamente pequeño, pero a lo largo de los años, fue ampliado y fortalecido en respuesta a las crecientes amenazas de piratas y corsarios. En 1657, durante el gobierno del virrey Pedro Zapata de Mendoza, se realizaron importantes mejoras y ampliaciones, que incluyeron la construcción de nuevos baluartes y la adición de túneles y galerías subterráneas para facilitar el movimiento de tropas y suministros.

La Defensa de Cartagena

El Castillo San Felipe de Barajas jugó un papel crucial en la defensa de Cartagena de Indias durante varios ataques e invasiones. Uno de los episodios más destacados ocurrió en 1741, cuando la ciudad fue atacada por una poderosa flota británica al mando del almirante Edward Vernon. Este asedio, conocido como la Batalla de Cartagena de Indias, fue uno de los enfrentamientos más significativos del siglo XVIII en el Caribe.

La flota británica, compuesta por 186 barcos y más de 27,000 hombres, intentó tomar la ciudad como parte de la Guerra del Asiento. Sin embargo, la defensa de Cartagena estuvo liderada por el comandante español Blas de Lezo, un veterano marino conocido por su valentía y astucia. A pesar de estar en desventaja numérica y de recursos, las fuerzas españolas y los defensores de la ciudad, con el apoyo crucial del Castillo San Felipe, lograron repeler el ataque británico. La victoria en esta batalla fue un testimonio de la importancia estratégica y la solidez de la fortaleza.

Estructura y Diseño del Castillo

El Castillo San Felipe de Barajas es un ejemplo sobresaliente de la arquitectura militar colonial española. Su diseño se caracteriza por una serie de murallas en zigzag, que ofrecían una defensa eficaz contra el fuego de artillería. Las murallas exteriores están interconectadas con bastiones y baterías que permitían una defensa en profundidad, asegurando que incluso si un invasor lograba superar una línea de defensa, enfrentaría otra inmediatamente.

El castillo también cuenta con una red de túneles subterráneos, utilizados para el transporte de municiones, suministros y tropas de manera segura. Estos túneles, algunos de los cuales están abiertos al público hoy en día, son una muestra de la ingeniosa ingeniería militar de la época. Además, la fortaleza tenía varias plazas de armas, almacenes de pólvora y alojamientos para las tropas, lo que la hacía autosuficiente durante largos períodos de asedio.

Restauración y Legado

A lo largo de los siglos, el Castillo San Felipe de Barajas ha sido sometido a varias restauraciones y esfuerzos de conservación. En el siglo XX, el gobierno colombiano y diversas organizaciones internacionales reconocieron la importancia histórica y cultural de la fortaleza y emprendieron proyectos de restauración para preservar su estructura y abrirla al público como sitio turístico.

En 1984, el Castillo San Felipe de Barajas, junto con el centro histórico de Cartagena de Indias, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Esta designación subraya la importancia del castillo no solo como una pieza clave de la historia militar de Colombia, sino también como un símbolo de la resistencia y la fortaleza del pueblo cartagenero.

Hoy en día, el Castillo San Felipe de Barajas es una de las principales atracciones turísticas de Cartagena de Indias. Miles de visitantes de todo el mundo acuden cada año para explorar sus túneles, caminar por sus murallas y disfrutar de las vistas panorámicas de la ciudad y la bahía. El castillo no solo ofrece una ventana al pasado, sino que también es un lugar donde se celebran eventos culturales, exhibiciones y actividades educativas, manteniendo viva la rica historia de Cartagena.

El Castillo San Felipe de Barajas es mucho más que una fortaleza; es un símbolo de la resiliencia y la valentía del pueblo de Cartagena de Indias. A lo largo de los siglos, ha resistido numerosos ataques y ha sido testigo de importantes episodios de la historia colonial del Caribe. Su impresionante arquitectura y diseño ingenioso son un testimonio del conocimiento y la habilidad de los ingenieros militares españoles de la época. Hoy en día, el castillo sigue siendo un monumento vibrante y un recordatorio del legado histórico de Cartagena, atrayendo a visitantes y recordándonos la importancia de preservar nuestro patrimonio cultural para las generaciones futuras.